El miedo en el gato, puede deberse múltiples razones y factores que puedes no conocer. Es importante hacer la distinción entre un gato que por personalidad sea tímido, retraído y cauteloso de uno directamente miedoso en exceso y con problemas. Por eso te vamos a ayudar a distinguir las causas y poder encontrar una solución para que tu minino esté feliz y libre de estrés.
¿Qué comportamientos determinan que un gato tiene miedo?
Cada gato tiene su propia personalidad y que el tuyo sea más introvertido y solitario no significa que tenga miedo. Tienes que saber distinguirlo para no preocuparte. Cuando un gato tiene miedo su reacción principal puede ser esconderse. Esta reacción viene determinada por un estímulo concreto y no simplemente porque le guste estar solo en un sitio. Debes identificar el cambio que tiene el gato frente a una persona, objeto o situación. Otros comportamientos frente al miedo serían los de bufar, y gruñir. Además le suelen acompañar otros como ponerse en una postura defensiva con el lomo curvado para simular ser más grandes, el rabo estirado hacia arriba y todo el pelo del cuerpo erizado. Cuando las pupilas se dilatan está listo para luchar o huir. Y, a pesar de esto, no significa que está enfadado, sino temeroso.
Principales razones por las que tiene miedo un gato:
Podemos identificar 4 razones por las que un animal suele tener miedo.
Gato callejero
Los gatos que han vivido en la calle parte de su vida son muy independientes incluso si han formado parte de una colonia. Se valen por sí mismos y tienden a estar alerta porque han tenido que cazar y esconderse de depredadores a la par. Las casas le son territorios desconocidos con muchas cosas nuevas que les dan miedo por esa falta de contacto. La división entre habitaciones, que haya muchas personas a ratos y pocas a otros les confunde.
Gato de protectora o refugio
Se distingue del miedo que tiene el gato callejero porque muchas veces el estar en un refugio es el paso intermedio al llegar a un hogar definitivo y no lo comprenden. Los refugios pueden ser sitios muy frustrantes porque hay muchos otros animales también allí. Además, se suele unir a que los gatos que están en refugios pueden haber estado asilvestrados previamente, con lo que tendrán miedo por el cambio y por posibles traumas.
Trauma por malas experiencias
Al igual que a cualquiera, una experiencia muy negativa puede causarle un trauma por asociación. Si le han asustado constantemente el gato siempre estará reactivo y alerta. Si ha sido maltratado físicamente vigilará cada movimiento para poder anticiparse y evitarlo. El abandono también deja huella en ellos. Un gato puede temerle a objetos también de esta forma. Si algo se le ha caído encima como una tabla de planchar, una escalera o un cojín o si ha ocurrido algo malo en cierta fecha que puede identificar por atuendos como los petardos en nochevieja. Este miedo puede ser muy específico o ser parte de un trastorno más grave.
Poca exposición a humanos
Para que un gato pueda ser casero debe saber que los humanos no son sus enemigos y que existe más de uno que se ha ganado su confianza. Y, para eso, debe socializar con ellos bastante. También es importante que esta socialización se da desde una etapa vital temprana. Así siempre habrá tenido distintas personas en su vida y entenderá que son de fiar. Con la comida siempre se les gana.
Cómo solucionar el temor del felino
Lo primero de todo sería identificar el elemento que más miedo de dar para trabajarlo específicamente.
- Si tu gato ha pasado de callejero a casero simplemente debes darle tiempo para adaptarse. Según viva en la casa y se haga su hogar entenderá que es un lugar seguro. Intenta no parecer amenazante ni una figura de autoridad, sino familia. Dale comida y juega con él todo lo posible.
- El miedo en el gato que es de protectora también necesita tiempo para curarse. Y, sobre todo, cariño. Mímalo mucho. Déjale entender que este es su lugar definitivo. Debe tener un rincón para él, estar siempre limpio y poder sentirse a gusto.
- Si el gato tiene trauma muy grave habrá que evitarle la situación en la medida de lo posible. Así, el gato vivirá calmado.
- El miedo en el gato por poca exposición a humanos debe tratarse enfrentando al gato a la situación. Cuantas más personas conozca que solo tienen buenas intenciones con él más empezará a confiar. Escoge bien a quien debe conocer tu gato.
Si el miedo no es solo un temor, sino que es pavor y con el tiempo no se ha solucionado, puedes optar por la opción de terapia para cambiar ese comportamiento.
En nuestra residencia guardería felina en Madrid tu gato podrá descansar y no lo tomará como un lugar hostil. Verá naturaleza, otros gatos, pájaros y ratones desde nuestras amplias gateras. Será una experiencia nueva, pero que disfrutará de la mano de nuestros cuidadores.